jueves, 26 de agosto de 2010

Los implantes cocleares aumentan la calidad de vida en niños

Un estudio norteamericano reciente muestra que los implantes cocleares aumentan la calidad de vida de los niños sordos. Según el estudio, los niños sordos con implantes valoran su calidad de vida al mismo nivel que los niños con audición normal.
Tener una discapacidad auditiva no implica tener una calidad de vida mermada. Estos son los resultados de un estudio norteamericano que acaba de publicarse.
“Los niños con sordera profunda que utilizan un implante coclear de forma habitual, no consideran que su vida sea mejor ni peor que la de sus compañeros con audición normal. Los resultados indican que los implantes cocleares tienen un efecto positivo en ciertos aspectos psicosociales”, informa la Dra. Loy, autora principal de la investigación del Programa de Implantados Cocleares de Dallas.
Un implante coclear es un aparato electrónico que se implanta quirúrgicamente en el oído interno, y permite que la persona con una sordera profunda o una discapacidad auditiva severa pueda percibir sonidos.
Los resultados sirven para que los padres consideren los implantes
Estos resultados son importantes, ya que estudios previos indican que los niños sordos suelen sentirse menos aceptados socialmente, experimentan más dificultades para hacer amigos y evidencian mayores problemas para adaptarse que sus compañeros con audición normal. Las conclusiones del estudio pueden por tanto servir para que los padres tengan en cuenta los implantes cocleares para sus hijos.
“Los padres quieren saber: ‘¿Se van a reír de mi hijo? ¿Cómo se va a sentir mi hijo llevando este aparato en la cabeza?’”, explica la Dra. Loy.
Los investigadores realizaron encuestas a 84 niños de 8 a 16 años con implantes cocleares y les preguntaron sobre cómo se sentían con ellos mismos, su vida familiar, sus amigos y la escuela. Se compararon sus respuestas con las de un grupo de control formado por 1.501 niños con audición normal. Los padres de los niños también participaron en la encuesta.
Aunque las puntuaciones en cuanto a la calidad de vida en general eran muy similares a la del grupo de control, los niños más pequeños parecían más felices que los adolescentes, aunque la valoración de su vida familiar fue más baja que la de los niños con audición normal.
El estudio se publicó en la revista científica Otolaryngology – Head and Neck Surgery.

Fuentes: http://www.eurekalert.org y http://www.themedguru.com/

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