INTEGRACION ESCOLAR
Como cada año he regresado unos días a la tierruca y también he tenido el placer de hojear El Diario Montañés en papel. La víspera de mi vuelta a Murcia se publicó una noticia sobre el aislamiento de los niños sordos en los colegios. Como padre de un niño con esa discapacidad he de manifestar que, con los avances tecnológicos existentes, hoy en día ese aislamiento se ve minimizado de forma muy importante y estos niños se integran con normalidad con sus compañeros normoyentes.
No cabe duda que es cierto que la formación del profesorado en la atención de la discapacidad es, generalmente, insuficiente y que es este un aspecto en el que la comunidad educativa debe avanzar, desde la inicial formación universitaria a la permanente formación continuada.
Lo que más me sorprende de esta noticia es que para solucionar el aislamiento que se dice padecen los niños sordos, se plantee la necesidad de “modelos sordos adultos” porque “con la integración la persona sorda se siente aislada, inmersa en un mundo en el que no sabe, no tiene seguridad y se siente muchas veces rebelde por toda esa pérdida de información”.
En primer lugar ¿cuál es el modelo de sordo adulto? Hoy en día los sordos pueden elegir los modelos de vida que desean vivir, sin que tenga que venir nadie a enseñarles a vivir la vida de la misma forma que la vivieron ellos, por muy bien que les haya podido ir.
Además, la entrevistada se descubre como contraria a la integración de los niños sordos, pues para ella plantea unos inconvenientes gravísimos que suponen el aislamiento y la falta de acceso a la información. Por difícil que sea la consecución, bienvenida integración.
Para finalizar, es absolutamente incierto que ninguna Ley en España reconozca como oficial la lengua de signos española, solamente se reconoce su existencia, pero no se iguala en derechos al español, que deben conocer nuestros hijos, sordos y normoyentes, si quieren acceder a una lectoescritura de calidad. Y en la misma Ley se reconoce la posibilidad de utilizar medios de apoyo a la comunicación oral, que sí buscan la integración del alumnado sordo.
Como cada año he regresado unos días a la tierruca y también he tenido el placer de hojear El Diario Montañés en papel. La víspera de mi vuelta a Murcia se publicó una noticia sobre el aislamiento de los niños sordos en los colegios. Como padre de un niño con esa discapacidad he de manifestar que, con los avances tecnológicos existentes, hoy en día ese aislamiento se ve minimizado de forma muy importante y estos niños se integran con normalidad con sus compañeros normoyentes.
No cabe duda que es cierto que la formación del profesorado en la atención de la discapacidad es, generalmente, insuficiente y que es este un aspecto en el que la comunidad educativa debe avanzar, desde la inicial formación universitaria a la permanente formación continuada.
Lo que más me sorprende de esta noticia es que para solucionar el aislamiento que se dice padecen los niños sordos, se plantee la necesidad de “modelos sordos adultos” porque “con la integración la persona sorda se siente aislada, inmersa en un mundo en el que no sabe, no tiene seguridad y se siente muchas veces rebelde por toda esa pérdida de información”.
En primer lugar ¿cuál es el modelo de sordo adulto? Hoy en día los sordos pueden elegir los modelos de vida que desean vivir, sin que tenga que venir nadie a enseñarles a vivir la vida de la misma forma que la vivieron ellos, por muy bien que les haya podido ir.
Además, la entrevistada se descubre como contraria a la integración de los niños sordos, pues para ella plantea unos inconvenientes gravísimos que suponen el aislamiento y la falta de acceso a la información. Por difícil que sea la consecución, bienvenida integración.
Para finalizar, es absolutamente incierto que ninguna Ley en España reconozca como oficial la lengua de signos española, solamente se reconoce su existencia, pero no se iguala en derechos al español, que deben conocer nuestros hijos, sordos y normoyentes, si quieren acceder a una lectoescritura de calidad. Y en la misma Ley se reconoce la posibilidad de utilizar medios de apoyo a la comunicación oral, que sí buscan la integración del alumnado sordo.
¿Que tipo de midelo de sordos quireb que seamos, solo somos personas con los mismos derechos y deberes que cualquier ciudadano de a pié, pero por no tener audición no nos hace diferentes ante la ley que por cierto regula y apoya la comunicación oral ahora y siempre y no " cataloga" la lengua de signos como la lengua de los sordos, algunso somos sordos pero por lo visto nos quieren hacer mudos también sin necesidad de serlo.
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