CERMI
Fecha de Publicación:
15/02/10
La reactivación de la educación inclusiva del alumnado con discapacidad, en coherencia con los principios, valores y mandatos de la Convención de la ONU sobre derechos de estas personas, debe figura necesariamente entre los compromisos del futuro Pacto Educativo, según viene reclamando el CERMI.
La ecuación es sencilla para las personas con discapacidad: sin inclusión educativa, sin acceso regular y normalizado a bien básico como es la educación, no hay inclusión social. Por eso, todo lo que se haga es poco en esta materia, en la que hemos progresado, pero que está muy lejos aún de ser satisfactoria.
En este momento en que se habla y se plantea un Pacto de Estado Educativo, de impulso definitivo a la enseñanza de calidad, resulta ineludible tener en cuenta a las personas con discapacidad y reactivar con un compromiso político y social de largo y sostenido aliento la educación inclusiva.
Un Pacto de Estado que no incorpore esta dimensión, no solo defraudaría las legítimas expectativas de una parte muy significativa de la ciudadanía, sino que perpetuaría las condiciones estructurales de exclusión, restricción a la participación y desigualdad que han constituido el entorno opresivo que ha rodeado a la discapacidad durante demasiado tiempo.
El CERMI ha trasladado tanto al Ministerio de Educación como a las fuerzas políticas una propuesta concreta de compromiso en esta cuestión de la inclusión educativa, con la petición de que la añadan a los compromisos que acuerden en el Pacto Educativo.
Fecha de Publicación:
15/02/10
La reactivación de la educación inclusiva del alumnado con discapacidad, en coherencia con los principios, valores y mandatos de la Convención de la ONU sobre derechos de estas personas, debe figura necesariamente entre los compromisos del futuro Pacto Educativo, según viene reclamando el CERMI.
La ecuación es sencilla para las personas con discapacidad: sin inclusión educativa, sin acceso regular y normalizado a bien básico como es la educación, no hay inclusión social. Por eso, todo lo que se haga es poco en esta materia, en la que hemos progresado, pero que está muy lejos aún de ser satisfactoria.
En este momento en que se habla y se plantea un Pacto de Estado Educativo, de impulso definitivo a la enseñanza de calidad, resulta ineludible tener en cuenta a las personas con discapacidad y reactivar con un compromiso político y social de largo y sostenido aliento la educación inclusiva.
Un Pacto de Estado que no incorpore esta dimensión, no solo defraudaría las legítimas expectativas de una parte muy significativa de la ciudadanía, sino que perpetuaría las condiciones estructurales de exclusión, restricción a la participación y desigualdad que han constituido el entorno opresivo que ha rodeado a la discapacidad durante demasiado tiempo.
El CERMI ha trasladado tanto al Ministerio de Educación como a las fuerzas políticas una propuesta concreta de compromiso en esta cuestión de la inclusión educativa, con la petición de que la añadan a los compromisos que acuerden en el Pacto Educativo.
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